La calidad es el baremo que empleamos a diario para cada texto que debe traducirse, en cada contacto con nuestros clientes y proveedores, así como con cada proceso interno. Aspirar a los más exigentes criterios de calidad, así como a poder mantenerlos, y detectar cualquier fuga en el sistema de calidad para repararla de inmediato son para nosotros el impulso más potente a la hora de cumplir con nuestro trabajo diario. Todo esto abarca desde traducciones de calidad sin errores como objetivo final, pasando por la fiabilidad en la fecha de entrega como criterio de calidad, hasta nuestra estructura de precios con la que pretendemos atraer a nuestros clientes en el mercado.
Para poder enfrentarnos mejor a los numerosos retos que se nos presentan, y que nosotros mismos nos planteamos, hemos hecho de la satisfacción del cliente nuestra máxima empresarial. Es decir, nuestros clientes definen su concepto de calidad y, por tanto, también el nuestro.
Gracias a este criterio podemos actuar de forma flexible ante los desafíos y orientarnos siempre a las necesidades específicas de los clientes.